cabeza loca.

Hoy he saltado a la calle sin corazón de repuesto y voy siguiendo la huella de algún perfume barato, el susurrar de unos labios. Te veo y siento miedo, tengo los ojos rojos, la cabezita loca y el corazón despierto. No te pierdo de vista y ya te echo de menos, no quiero ningún gramo que no sea de tu cuerpo. Yo para ver las estellas nunca miro al cielo, ya sé volar sin motores aunque aparezca en el suelo.Entre tu y yo la realidad, una  pared de cristal y a toneladas de soledad.El minutero del reloj me ha vuelto a dar la razón, no es hora de que tú me digas que no. 

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